el siguiente texto fue escrito por el "Dog" en su flamante novela autobiografica
CAPÍTULO I
La dama de corazón de hierro
“dog” se levantó después de un sueño intranquilo, no había podido dormir bien en toda la noches tal vez se debería a la ansiedad con la que esperaba este nuevo día. Hoy era Navidad y eso lo motivaba mucho, pero más que eso lo motivaba el hecho de que pasaría esta celebración tan importante junto a la persona más importante para él: Irene, la chica de sus sueños y también su mejor amiga. Él, después de levantarse, hizo su diaria rutina de lavarse el rostro y tomar un desayuno bastante ligero, cuando de pronto recordó algo: ¡Había olvidado comprar el regalo para su amada Irene! Rápidamente salió de su casa y después de pasar muchos apuros para saber cual sería el regalo adecuado finalmente se decidió por un clásico peluche. Luego de comprado el obsequio decidió ir a la casa de Irene, cierto es que llegaría muy temprano, pero eso no importaba mucho dado que ese era su objetivo: pasar la mayor cantidad de horas al lado de Irene, la persona que él tanto amaba.
Luego de un aburrido viaje hacia su casa (los limeños sabemos que el transporte público es horrible, pero es aún peor en épocas navideñas) llegó al lugar donde pasaría una nueva navidad, por primera vez separado de su casa. Tocó suavemente la puerta y lo que más deseaba en ese momento fue que le abriera la puerta quien ustedes ya saben para recibirla con un beso. Sin embargo no fue así dado que la persona que salió fue el padre. ¡Menuda decepción! pensó, su segundo pensamiento fue escuchar de la boca de su anfitrión: -Irene está esperándote en su cuarto-, no obstante sufrió otro chasco dado que lo único que oyó fue: -Irene salió y parece que va a demorar mucho, anda viendo la televisión-. Nuestro protagonista estaba muy decepcionado y prendió el televisor con interés más aparente que real.
Transcurrieron las horas una tras otra y la querida dama no llegaba, dieron las 6 y media y ni rastro, “dog” estaba cada vez más desesperado llevaba más de tres horas esperando. Dieron las 8 y él estaba bastante deprimido. De pronto llegó Irene, estaba fantástica aquel vestido que usaba le quedaba de maravilla y “dog” se quedó boquiabierto: nunca la había visto tan hermosa, sin embargo percibió que ella lo trataba con indiferencia. –No importa mucho, tal vez está jugando conmigo-pensó.
A las 9pm la cena estaba servida y toda la familia de Irene y “dog” disfrutaron de la comida. Terminada la cena Irene llamó en secreto a “dog” y le susurró al oído: -Quiero que vengas a mi cuarto a las 11:30 pm, tengo para ti el mejor regalo que se le puede hacer a un hombre-. “dog” estaba exultante, tal vez imaginaba que ella le daría su amor y todas esas cosas sentimentales que piensan los chiquillos.
Dieron las 11:30 y leal a su palabra “dog” se dirigió al cuarto de Irene, allí la vio y ella le sonreía, la ilusión de nuestro protagonista se disparó, él estaba a punto de decirle cuanto la quería y que esperaba que ella sintiera lo mismo por ella (estaba reservándose el peluche que compró como regalo para este fin) ,cuando de pronto ella dijo:-Como te lo prometí tengo el mejor regalo para ti, esto te cambiará la vida para siempre- “dog” estaba maravillado pensaba que al fin lo que él sentía sería retribuido.-Mi regalo es este-dijo Irene y acto seguido dijo las fatídicas palabras-Eres débil, demasiado débil, tu existencia es igual a la de un insecto, no vales nada…
Es indecible describir por lo que pasó “dog”, su corazón se rompió en mil trozos y nunca se pudo recuperar, no atinó a decir nada, sólo abandonó la habitación y salió disparado de aquella casa…